En 1863, durante la Guerra Civil Norteamericana, la misión diplomática enviada por el presidente Lincoln a Santiago de Chile se convirtió en testigo de una de las tragedias más sobrecogedoras de la historia: el incendio de la Iglesia de La Compañía, donde más de dos mil mujeres perdieron la vida. Este desastre sin precedentes atrajo la atención internacional, pero fue rápidamente silenciado bajo el fuero eclesial, que protegió a los sacerdotes de cualquier investigación. El Buzón de las Impuras revela por primera vez la historia de las "Hijas de María", una cofradía de mujeres burguesas y aristócratas que, aunque movían multitudes en cada celebración religiosa, fueron sepultadas bajo las cenizas del templo. Aunque sus cuerpos fueron consumidos por el fuego, sus voces permanecen, gracias al buzón donde confesaban sus secretos a la Virgen, el único objeto que sobrevivió al incendio. La novela explora si fue realmente un accidente, o si hubo premeditación o negligencia detrás de esta catástrofe, arrojando luz sobre una historia enterrada en el silencio y la subyugación patriarcal.